Juego sucio en el Ministerio de Interior

La transcripción por el diario Público de dos conversaciones privadas en el despacho del Ministro de Interior Jorge Fernández Díaz entre éste y el Director de la Oficina Antifrau de Cataluña, Daniel de Alfonso ha desembocado en un gran escándalo que promete alterar los resultados de las próximas elecciones. Se trata de un intercambio de información sobre causas qur involucraran a los diversos políticos catalanes involucrados en el referéndum de 9 de noviembre de 2014, como Oriol Junqueras, Francesc Homs, o sobre un plan preparado por el propio De Alfonso para echar de la Generalitat al propio Artur Mas. 

El director de Antifraude considera que "alguien desde dentro del Ministerio del Interior" pudo activar a distancia su teléfono móvil para espiar su encuentro con Fernández Díaz. Este mismo miércoles ha añadido otra opción: un micrófono oculto en el despacho del ministro del Interior. Sabiendo de que en el recinto se efectúan barridos constantes para que esto no ocurra, yo apuntaría otra posibilidad, que fuera el propio quien voluntaria o involuntariamente grabara la conversación en su teléfono móvil. 

Las consecuencias del escándalo en el que ambos está implicados los dos no invitan tampoco a pensar en eventuales ganancias políticas, privadas. El ministro especialista en meter la pata en todos los charcos políticos deberá explicar los motivos de estas reuniones y además tendrá que averiguar como ha sido posible que una conversación privada entre dos personas solas en su despacho ha sido grabada con tanta nitidez. Y ya puede empezar a despedirse de su carrra política. La carrera de magistrado de De Alfonso tras la revelación de las conversaciones, no tiene a la vista en obtener nuevos destinos judiciales y además su puesto pende de un hilo ahora más que nunca. Hoy mismo ha tenido que comparecer ante el Parlament donde se ha ocupado a repartir amenazas hacia los propios partidos con algunas de las investigaciones en su poder. 

¿A quién beneficia? 

A todos los adversarios del ministro y del PP. Lo que no se entiende es que aparezca ahora en plena campaña electoral a uno año y nueve meses cuando ya los efectos del 9N aparecen diluidos por el tiempo. A los presuntamente investigados y a los partidos independentistas en general, que estaban en horas bajas y ahora están ahora batiendo palmas con las orejas, excepto Germá Gordó, a quién el Sr. De Alfonso ha señalado como el traidor necesario en su plan de derrocar a Mas.

Según sostiene Público, la conversación se grabó desde el móvil del director de la Oficina Antifraude. Una tesis plausible, en especial porque en el despacho únicamente se encontraban él y el ministro del Interior. Sin embargo, cuesta encontrar beneficios de la filtración para el magistrado, quien sostiene gran parte de su defensa en negar cualquier implicación en el espionaje. En sus propias palabras, "sería una decisión suicida".

En su campaña por defenderse, De Alfonso sí ha apuntado directamente hacia un partido político como posible autor de la grabación, el PSC, sobre quien pesa una investigación de su oficina por presunta financiación irregular a través de contratos firmados por diversos ayuntamientos bajo su control.

Se trataría al parecer de una trama para impedir el avance del "procés". La Policía Judicial ahora está buscando al autor de la filtración casi dos años después de que se celebrara el encuentro y a las puertas de unas elecciones generales.