Libertad de expresión
Ahora los políticos han descubierto la causa de nuestros
males, ya desde de la casta política se acusa a los medios de comunicación. Un
Instituto de estos que pagamos con
nuestros impuestos dice en España existe una exagerada percepción sobre
la corrupción y que tenemos un problema. Aseguran que hablar un día y otro sobre
corrupción agranda la mala percepción de los españoles sobre nuestra
desgraciada situación que nos situaría con una corrupción por debajo de China, Grecia
o Marruecos.
Dicen que los periódicos no escriben sobre lo que les sucede. Se
trata de un fenómeno recurrente: el peligro está en las tertulias donde unos
directores de periódicos amplifican el fenómeno de la corrupción. Apuntan que
hay que tomar medidas contra el fenómeno. Así que ya han empezado los toques.
Desde la Casa Real ya se podrían haber dado los primeros
toques al Herald Tribune y a la prensa internacional por las portadas día si y día
también sobre los negocios y aventuras judiciales del yerno o los devaneos cinegéticos del
suegro.
La crisis del bipartidismo está dejando a la vista que en
España existe un poder superficial y un contrapoder. En el plano superficial
los medios podían presentarse como el látigo del partido contrario. En estas
tertulias donde existían amplios y encendidos debates entre periodistas de
cuota que aparecían con las consignas del partido que solían defender, ahora han
bajado su intensidad y ya no se interrumpen unos a otros. Ocurre que cuando hablan de
corrupción están todos de acuerdo. Todos ellos coinciden donde está el problema
y como desde el poder político no se hace absolutamente nada por atajarla.
Parece que programas como Sálvame o Gran Hermano podrían
haber perdido audiencia ante estas tertulias intoxicadoras, ya que los
ciudadanos sin trabajo ni futuro se están colocando a base de tertulias mientras
esperan a que el juzgado llegue a su casa para desahuciarlos de la vivienda.
Algo habrá que hacer para que los ciudadanos vuelvan a ser
felices y pierdan sus complejos ante el mundo entero. El remedio a este
problema ya lo había descubierto uno de nuestros recientes antepasados llamado
Francisco Franco. Luego vendrá alguien y hablará de reimplantar la censura.
elnaki
ResponderEliminarLos medios tienen una grandísima responsabilidad, al repartir porqueria a diestro y siniestro, dependiendo de quien les pague. Retuercen la verdad según les interese. Es dificil encontrar un periodista al que creer.
Juana Garcia Martinez
ResponderEliminarterminaremos como con franco viendo futbol boxeo y toros
Casto Pascasio Escolá
ResponderEliminar¿QUE AHORA NO HACEN "FURBOL" CADA DIA. ¿QUE EL SALVAME Y TODOS ESTOS PROGRAMAS NO SUSTITUYEN A LOS TOROS ?(NUNCA MEJOR DICHO, PERO DE DOS PATAS).
Jose Villar Campuzano
ResponderEliminarPor desgracia abundan de las dos especies jajaja..
Santiago Nuevo
ResponderEliminarEl primer sintoma de que una democracia,no es una democracia,es cuando la culpa "es de la prensa",o mas exactamente de cierta prensa,la que no baila el agua a los políticos..
Felix Curruscuchu
ResponderEliminarEs cierto que nosotros mismos hacemos una mala propaganga en nuestra contra. Una cosa es tener informado al pueblo y otra muy distinta emborracharlo, como con el futbol y otros programas que en nada forman ni informan.
Casto Pascasio Escolá
ResponderEliminarCreo que es al revés, mucha parte de lo que ocurre, es consecuencia del silencio cómplice de los medios de información, Y de funcionarios que miraron para otro lado, cuando veían o pasaban documentación, completamente procedente de operaciones de corrupción. Como ahora hay tanta corrupción que no la pueden tapar, en lugar de devolver el dinero y hacer actos de contrición, se dedican a intentar matar al mensajero.