15 M… La mutación

15 M… La mutación

Cuando los “indignados” del 15-M salieron a la calle irritados por la falta de trabajo, la corrupción, o por la falta de representatividad democrática de nuestro sistema político, los vimos con simpatía por millones de ciudadanos que compartíamos esta demanda. Pero ahí siguen, deliberando en asambleas interminables sobre el sexo de la virgen o discutiendo la ley de la gravedad y han pasado de ser una fuente de inspiración de protesta democrática, sensata y verosímil contra un régimen político corrupto y moribundo, a una mascarada ideológica para esconder vicios mentales de una vieja y vulgarísima extrema "izquierda" llena de estulticia intelectual y rebasada por el paso del tiempo.

La indignación, la ira y la rabia son pasiones valiosas siempre que estén fundamentadas sobre una opinión política, sensata y ajustada a la realidad, unos argumentos sólidos, capaces de enfrentarse a la injusticia de modo proporcionado con el mal causado, y un juicio político, basado en el contraste de muchos pareceres. La pasión de la indignación desaparece si perdemos de vista al causante concreto de mal. Eso es, exactamente, lo que ha sucedido en la movida de Sol.

Los impulsores del 15 M y los mejores, ya se marcharon hace tiempo. Permanece una pequeña muchedumbre mezclada con rumanos, saharahuis o delincuentes comunes. Solo quedan allí  vulgaridad, pulgas, inseguridad y cretinismo y sus demandas que podían haber dado un impulso democrático al país han quedado ya olvidadas y ahora en la Puerta del Sol ya solo  se observa bajo nivel intelectual y peligrosidad junto al cutrerío Made in Spain, que solo sirve para molestar a viandantes y arruinar a los comerciantes de la zona.  

La ocupación de un espacio público para convertirlo en un foro político de carácter simbólico fue bien visto por la inmensa mayoría de los ciudadanos. Sin embargo, la ocupación material e ininterrumpida de ese ámbito público por unos cuantos individuos, que incluso reconocen no representarse a sí mismos, tiene que ser vista como una agresión. ¿Qué se puede hacer ante el agresor? Defenderse. O Rubalcaba los desaloja o diremos que está colaborando con los delincuentes.

Quienes se han plantado en Sol, sin otro "fundamento" que reclamar una justicia universal contra todos los males de la humanidad, son unos impostores, o peor, gente que se autoengaña cobardemente y con su suplantación han querido dejarnos sin argumentos ante la indignación que sentimos todos los españoles con o sin trabajo, jóvenes o mayores, contra la casta política, ya que han intentado desviarnos el tiro que debe ser hacia los auténticos responsables ante la tremenda situación política y social del país, empezando por el okupa del Palacio de la Moncloa.

Una sugerencia....Si fué Alfredo Pérez Rubalcaba quien desobedeció una sentencia de la junta Electoral y otra del Constitucional y es quien en este momento está frenando cualquier desalojo contundente, ¿Porque no se acerca a Sol para hablar con estas personas y buscar la solución para que desconvoquen este asentamiento en este lugar, al margen de atender aquellas cuestiones que puedan ser razonables? Ahora que está de campaña para candidato, y parece que dispone de tiempo sobrante en sus obligaciones del gobierno, con este gesto podria obtener un beneficio electoral. ¿O no?