El Juez estrellado

El Juez estrellado
El magistrado del Tribunal Supremo, Alberto Jorge Barreiro, ha decretado la apertura de juicio oral contra el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón Real, actualmente suspendido de sus funciones- por los delitos de prevaricación (con el agravante de forma continuada) y contra las garantías constitucionales. Dicho auto dice:
"A pesar de no constar indicio incriminatorio alguno ni sospecha" sobre los abogados de los principales imputados en el caso Gürtel, el juez Baltasar Garzón ordenó grabar las conversaciones con sus clientes. Por este motivo, en un auto hecho público este lunes, el magistrado del Tribunal Supremo, Alberto Jorge Barreiro, ha decretado la apertura de juicio oral contra el juez de la Audiencia Nacional actualmente suspendido de sus funciones- por los delitos de prevaricación (con el agravante de forma continuada) y contra las garantías constitucionales.
Los hechos se remontan al 19 de febrero de 2009, cuando Garzón ordenó por primera vez interceptar las conversaciones de los cabecillas de la trama Gürtel, Francisco Correa, Antoine Sánchez y Pablo Crespo, y sus letrados. En un auto, el magistrado autorizó la colocación de artificios de escuchas en los locutorios de la prisión madrileña de Soto del Real para que cada vez que alguno de los internos comunicara con algún abogado, cualquiera que fuese el motivo de la visita, "se dispusiera la activación del mecanismo de escucha y ulterior grabación de las conversaciones".
El magistrado del Alto Tribunal, Alberto Jorge Barreiro, sostiene que en ese momento el juez estrella era "consciente de que la resolución que adoptaba tenía una capital incidencia en el derecho fundamental a la defensa" y que, a pesar de que sabía que era "imposible" garantizar ese derecho con lo dispuesto en la medida adoptada, Garzón ordenó grabar las comunicaciones. Esta medida es un hecho que el Alto Tribunal considera como una laminación de los derechos fundamentales de los acusados.
"El magistrado decidió acceder indebidamente a las conversaciones confidenciales" y "le resultó indiferente que el contenido de las conversaciones (...) no tuviera otro contenido que aspectos nucleares sobre las estrategias de defensa", señala la resolución judicial.
Además, el magistrado instructor Jorge Barreiro afirma que Garzón "con la finalidad de obtener información de relevancia para el proceso que no tenía la seguridad de poder obtener mediante la utilización de medios lícitos (...). Pretendía obtener datos reservados para favorecer el éxito de la investigación".
El relato fáctico recogido en el Auto de apertura de juicio oral contra Baltasar Garzón, es sobrecogedor, aunque también esperanzador. Sobrecoge la contumaz persistencia del acusado en proseguir las escuchas carcelarias de los imputados con sus letrados, después de ser éstos sustituidos por profesionales de reconocido prestigio y totalmente ajenos a la causa. Solo queda esperar a que La Justicia ponga en el lugar que le corresponde a todo aquel que conculque la Ley, y en especial si el delincuente es un Juez.

Comentarios

  1. jose j. cuevas

    .¿Cómo? ¿No tuvo tiempo en su juzgado para escuchar las cintas que mandó fabricar ILEGALMENTE? Aparte de incurrir en 4 delitos descomunales (entre ellos el dejarse sobornar), ahora pretende dilatar injustificadamente el proceso para ganar tiempo. Como ya dilatara lo del caso Faisán, dormido durante años en su pulcro despacho. Si tan importante era ordenar hacer escuchas ilegales, conculcando el derecho de la defensa, no se comprende ahora su pretensión de escucharlas a posteriori. Ya lo de no encausar a Carrillo, era gordo, pero todo esto de Garzón apabulla. Y si no lo vemos en la cárcel es porque en España no hay justicia.

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  2. Antonio

    El juez Garzón, como todos los jueces, no debe ni puede estar por encima de la ley. La justicia ha de ser igual para todos, independientemente de los benebicios que tal o cual persona haya hecho por el país. Los srs de la Gürtel, al igual que los implicados en los Eres de Andalucía y los responsables del Bar Faisán tendrán que pagar por sus actos, dentro de las leyes que protegen un estado de derecho.

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  3. Cristina Roldan

    muy bueno como todos tus comentarios Xavier !!!

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  4. sonsonet

    Entre los muchos delitos que puede cometer un ser humano, hay uno que sobresale entre los demás, sobre todo sí es uno juez, el de prevaricación.
    En este caso que nos ocupa el juez, no es que se aparte de sus atribuciones es que las sobrepasa, "presuntamente"

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  5. escade1

    Ahora se verá si en el Supremo hay el valor y la dignidad necesarias para hacer justicia y acabar con la carrera delictiva de este sujeto, expulsarlo de la judicatura y meterlo en prisión. Es la deshonra de la profesión

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  6. jointVen

    ¿Y por las cartas de extorsión enviadas?. "Querido Emilio..."

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