Ni pacto ni empleo

Ni pacto ni empleo
José Luis Rodríguez Zapatero viaja a Bruselas donde los Estados miembros anunciarán en la cumbre del Euro sobre las reformas que tienen en marcha y aprobarán el Pacto por el Euro, que incluye los ajustes económicos adicionales exigidos por la canciller alemana, Angela Merkel, a cambio de reforzar el fondo de rescate para los países con problemas de deuda. Pese que no podrá blandir en Bruselas un acuerdo en negociación colectiva, Zapatero ya avisó por escrito al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, de que respaldaba la propuesta de ajustar los salarios a la productividad.
Sin haber hecho los deberes con respecto a las medidas, a ver cuál va ser el cuento que les va a contar a sus socios al presentarse con las manos vacías, cuando ya se ha cumplido el último plazo dado por la UE para llevar a cambio una reforma laboral que sirva para desatascar la parálisis de las empresas.
No hay pacto para el empleo y los sindicatos y patronal han pedido una nueva prórroga ahora dicen necesitar varias semanas más.  El objetivo es ahora tratar de desbloquear las negociaciones de la reforma de la estructura de los convenios colectivos, en punto muerto desde la semana pasada.
Llevan ya más de dos años negociando temas urgentes como son convenios colectivos, pensiones, y que debería haber sido el Gobierno que decidiera los cambios pero la incapacidad de Zapatero ha dejado en manos de estos colectivos que ni siquiera han sido votados por la población ni representan el 10% de la economía productiva del país, quienes están decidiendo nuestro futuro a medio y largo plazo, porque el Gobierno no quiere, ni sabe, tomar las medidas adecuadas que demanda el país. 
Mientras tanto, según los datos del BOE, los empleados de la Unión General de Trabajadores (UGT) obtendrán subidas salariales que oscilan entre un 4,5% y un 7% al mes. Muy lejos de la austeridad que el Gobierno impone a los funcionarios y de las recetas de Elena Salgado.
Este incremento (muy superior también al que se registra en las empresas) se explica porque se ha producido una reclasificación profesional de los distintos grupos laborales. También a un incremento de las retribuciones del 3,5% anual previsto en el convenio firmado antes de la crisis (1,75% en los sueldos y otro 1,75% en otros conceptos salariales).
Las subvenciones a los sindicatos siguen saliendo airosas de las medidas de austeridad. Mientras que los españoles sufrían el impacto de la subida del IVA y de otros impuestos en sus bolsillos, las cuentas de los sindicatos salieron airosas el año pasado. Según los datos de ejecución presupuestaria del cierre de 2010, los compromisos de pago a los sindicatos ascienden a 15,86 millones de euros, 120.000 euros más que hace un año.
Estamos asistiendo a una cadena de despropósitos, que junto con el hecho de seguir sin reducir los gastos por parte de todas las administraciones públicas, ahora mismo ya son la causa principal  de la crisis, con el cierre diario de empresas y se despiden mil trabajadores al día por lo que en este mes de marzo volverá a aumentar el paro y nuevamente volverá a registrar cifras record.

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