El precio de un acuerdo

El precio de un acuerdo
1.400 millones de Euros en concepto de subvenciones a patronal y sindicatos le ha costado a Rodríguez Zapatero la compra de esta foto de la firma del rimbombante Pacto Social sobre las pensiones conseguir el acuerdo con sindicatos y patronal para poder presentarlo como un logro ante la visita de Angela Merkel e intentar venderle su fama de negociador. Hasta Van Rompuy le ha mandado una felicitación. ¡¡¡Si supieran la verdad de lo que pasa aquí!!!

Lo que ocurre es que la sociedad española está anestesiada y esto no sirve para relanzar la economía y frenar el paro. Para saber lo que representa este gasto es prácticamente igual al dinero ahorrado con la congelación de las pensiones a los jubilados españoles para 2011.
Ningún partido político del arco parlamentario desde el PP hasta ERC ha querido participar en este paripé que en el colmo de la desvergüenza  han sido excluidos en las deliberaciones del acuerdo. Eso si, por propaganda que no falte. Los socialistas lo han comparado como la firma de los Pactos de la Moncloa.
Todo esto ocurre mientras en el mes de enero ha aumentado en 130.000 el número de parados y desde el Ministerio de Trabajo se felicitan porque en el enero de 2006 el incremento fue un tanto por ciento superior. Entonces teníamos la mitad de parados. Es que ya no saben ni como mentir.
Los efectos de este acuerdo pasarán sin pena ni gloria una vez transcurridos unos días y volveremos a estar más sumidos en la miseria que antes, de la que no empezaremos a salir mientras no se ataque el problema del gasto desmesurado de unas administraciones y los malversadores se vayan a su casa, o a la cárcel…, que ahora mismo son capaces de engullir en este momento cualquier esfuerzo que se haga en otro sentido.


Comentarios

  1. Egnacio

    ¿Por qué están tan contentos?; ¿por bajar las pensiones de los españoles?.

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  2. azor

    vaya peña, no se si a Merkel le tomarán el pelo con la foto pero creo que a la mayoria de españoles no. Los sindicatos actualmente no representan a los españoles, además faltan mas sindicatos y a lo peor éstos ultimos no están de acuerdo y todos ellos son mayoria con los desencantados de la peña.

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  3. nostrum

    Yo, sólo veo una foto de porculizantes. No es extraño que hasta los más adeptos, se hayan excusado de aparecer en tan pornográfica escena.

    Perdón. Pero es que yo soy la parte "beneficiable", y así, sin vaselina, y por estos cerdos... duele.

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  4. nomelocreo

    Hay que ser un verdadero sinvergüenza para decir que el concepto discutido y discutible ahora es una gran nación.... que se levantará. Lo que debería es levantarse contra la mentira socialista continua que desea un ejercito de miserables que voten con las entrañas, a ser posible muertos de hambre y dependientes de limosnas acompañadas de eslóganes pro-partido rojo.

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  5. zilog_z8

    Se ha producido la "firma del acuerdo económico y social para el crecimiento, el empleo y la garantía de las pensiones" de los políticos y asociaciones afines al gobierno.

    Han acordado garantizar SUS empleos y SUS pensiones.

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  6. felician

    Zp firma un acuerdo con unos empleados suyos, sobornados con nuestro dinero.

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  7. Esther Martinez Velasco

    Estupendo artículo.Con su permiso lo difundo.

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  8. Juan Morales de Dios

    Esto es una tragicomedia vergonzosa y avergonzante, y que los sindicatos sean los artistas principales de esta no tiene calificativo

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  9. Jose García Domínguez

    Quintaesencia del zapaterismo, a la forma sin fondo de esa liturgia escénica que ahora pretende un revival camp de los Pactos de la Moncloa le falla la premisa mayor. A saber, aquélla fue una entente igual económica que política, extremo que siempre se tiende a olvidar. Sin ir más lejos, la reforma fiscal, urdimbre material del ulterior Estado del bienestar, sería condición sine qua non con tal de que los sindicatos, entonces aún extramuros del erario, asintieran a muy crudos sacrificios salariales. Nada que ver, pues, con la cosmética declaración de buenas intenciones que vienen de concelebrar Toxo, Méndez y Rosell en los telediarios innúmeros del Gobierno. Oropeles retóricos al margen, puro humo, la afamada especialidad de la casa.

    Así las cosas, la elefantiasis pública habrá de seguir constituyendo la madre de todas las ineficiencias de la sociedad española. Asunto en el que, por cierto, algo se podría aprender del federalismo alemán. Y es que en Berlín no solo producen aspirinas, ascensores y delanteros centro, también se dan alguna maña fabricando estados de las autonomías sostenibles, baratos y hasta útiles. Pericia a la que no resulta ajeno el que se tomen en serio a sí mismos y a sus instituciones. Imposible, por ejemplo, tratar de explicarles que el voto senatorial de un castellano-leonés vale exactamente lo mismo que los de ocho madrileños. Grotesca extravagancia censal que únicamente se tolera por la absoluta inanidad de esa cámara gastronómica.

    Un pabellón de reposo en las antípodas del Bundesrat, asamblea integrada por miembros de los gobiernos regionales que, entre otros efectos balsámicos, los fuerza a distraer la atención de sus respectivos ombligos domésticos por un instante. A esos menesteres, y descartada –por quimérica– la lealtad de los catalanistas, con un consejo federal parejo al menos los tendríamos dentro meando hacia fuera, y no fuera meando hacia dentro. Añádase, en fin, lo estéril de nuestro eterno debate bizantino a cuenta de las competencias exclusivas, ora del Estado, ora de las Comunidades. Olvidando que las compartidas, de las que nadie habla, resultan ser las más importantes. De ahí esos órganos de concertación horizontal, aquí insólitos, que integran a los Länder en el efectivo Gobierno de Alemania. Ah, la fracasada Merkel, tenemos tanto que aprender de ella.

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